Una fuente termal que emerge de las entrañas de una monumental araucaria. Ese es el extraordinario desenlace de una travesía de más de cuatro horas por el silencioso y solitario Valle de Ránquil, un tesoro escondido de la comuna de Lonquimay, en plena Cordillera de Los Andes. Una cabalgata que se interna por quebradas, ríos y tupidos bosques nativos, siguiendo la ruta de las tradicionales veranadas de los arrieros de esta zona de la región de La Araucanía.
Gregorio Alegría, Edgardo Vergara y José Brevi son los responsables de este emprendimiento. Amigos desde la infancia, hace algún tiempo decidieron hacer frente a la precaria situación que desde hace varios años afecta a la ganadería local, diseñando rutas de gran atractivo visual para que los visitantes puedan descubrir una Araucanía distinta, con un sello propio. Una apuesta que sorprende por sus paisajes cordilleranos de gran belleza escénica, pero sobre todo por la calidez y hospitalidad de este grupo de colonos, cuyas anécdotas y vivencias son el complemento ideal para una cabalgata intensa y desafiante.
Tuve la oportunidad de visitar y compartir con este grupo de arrieros en dos ocasiones. Mi primera expedición, en 2017, fue en pleno invierno, ad portas de uno de los temporales de nieve más crudos de los últimos años. Aunque intentamos llegar hasta los míticos Baños de Coyuco, las condiciones del clima lo impidieron. La segunda visita fue febrero de 2018. Si bien el calor en la alta montaña no fue un escollo menor, el esfuerzo bien valió la pena. La belleza del lugar no da respiro. Bosques de araucarias, lagunas, cascadas e incluso la presencia de cóndores, que vuelan en círculo mientras avanzas por una gran quebrada, componen un paisaje de ensueño.
Antes de llegar a los famosos baños, nos adentramos en un valle pintado de intenso color verde, que es refugio de decenas de arrieros, que allí pasan los meses de verano custodiando su ganado. Conocer sus historias al fragor de un mate bien cargado, acompañado por cierto de una crujiente tortilla de rescoldo, es de esas experiencias que quedan grabadas en la memoria.
Inolvidable también fue encontrar, en medio de un bosque milenario, el pozón que rodea la araucaria más famosa de Ránquil. Sumergirse en sus aguas, cuyas temperaturas oscilan entre los 35 y 40°, y sentir cómo el cuerpo recupera su vigor, es el final perfecto de una épica aventura en la alta cordillera.
Ubicación: Los Baños de Coyuco se encuentran en el sector del Valle de Ránquil, 45 kilómetros al norte de la comuna de Lonquimay, en la región de La Araucanía.
Contacto: Gregorio Alegría, +56 940615737 – +56 984656178