Destinos imperdibles: Alto El Loa

¿Sabías que, en la misma zona donde se encuentra San Pedro de Atacama, hay pequeños poblados donde sus escasos habitantes mantienen vivas milenarias tradiciones heredadas de las culturas Lican Antai y Quchua? Te invito a descubrir la región andina de Alto Loa, un tesoro patrimonial del norte grande de Chile.

Sobre Alto El Loa

Ubicada al noreste de la ciudad de Calama, en la región de Antofagasta, la zona andina de Alto El Loa es un vasto territorio que nace en el desierto de Atacama y se extiende a lo largo del altiplano hasta el límite fronterizo con Bolivia.

Sus primeros habitantes pertenecieron al pueblo Lican Antay, que en lengua kunza quiere decir “hombres de la tierra”, quienes hace 11 mil años decidieron poner fin a su trashumancia para convertir este lugar en su hogar definitivo.

Desafiando el clima y las duras condiciones geográficas, esta cultura logró domar la implacable fuerza de la naturaleza implementando un sofisticado sistema de agricultura que hasta el día de hoy es utilizado por sus herederos, quienes se distribuyen en pequeños pueblos que ocupan los valles del Río Loa.

Cómo es Alto El Loa

Aunque geográficamente comparte territorio con San Pedro de Atacama, en la zona andina de Alto El Loa se respira un aire distinto y se vive a otro ritmo. El turismo es una actividad que aún no ha horadado la identidad local y todavía es posible encontrar entre sus habitantes la pureza ancestral de quienes poblaron este territorio hace más de 10 mil años.

Chui Chui, ubicado a 35 kilómetros de Calama, es la primera estación de una ruta que llegará hasta el límite con Bolivia. Este pueblo, habitado por no más de 300 personas, está enclavado en un pequeño oasis donde confluyen los ríos Loa y Salado.

Quienes conocen su historia, dicen que este lugar fue levantado hace aproximadamente tres mil años. Por sus tierras circuló el mítico Camino del Inca y siglos después fue ocupado por los conquistadores españoles, quienes allí construyeron la que es considerada la iglesia más antigua de Chile.

Algunos kilómetros más arriba está Ayquina. Este villorrio alberga a no más de 30 familias, quienes se dedican a la agricultura, principalmente al cultivo de zanahorias, trigo, alfalfa y maíz. Aquí funciona la Escuela San José, donde sus alumnos tienen una misión fundamental: mantener vivo el kunza, la lengua original de los pueblos atacameños.

A 84 kilómetros de Calama, casi en la frontera con Bolivia, está Caspana, el último asentamiento habitado de esta zona. Las terrazas de cultivos, técnica ancestral de los pueblos atacameños, son el principal sello de esta localidad. Este pueblo se mantiene prácticamente intacto desde su fundación, hace casi tres mil años.

Atractivos de Alto El Loa

Como les mencioné, el encanto de Alto El Loa radica en sumergirse en formas vida que se mantienen vigentes desde hace 10 mil años. Recorrer sus poblados es una experiencia asombrosa, un verdadero salto al pasado. La calidez de sus habitantes y la fuerza con la que preservan sus tradiciones son obsequios que atesorarás por el resto de tu vida.

La Iglesia de San Francisco, enclavada en el centro de Chiu Chiu, es un imperdible. Considerado el más antiguo de Chile, este templo fue construido con milenarias técnicas atacameñas, donde la madera de cactus es su principal material. En esa misma localidad se encuentra en Paniri Caur, un centro astronómico que integra la observación moderna con la cosmovisión andina de los atacameños.

A seis kilómetros de Chui Chui está Lasana, un oasis que se nutre de las aguas del río Loa y que es aprovechado por los lugareños para cultivar hortalizas y cereales. Si tiene la oportunidad de probar la mermelada de zanahorias, no lo duden. Es un verdadero manjar del desierto.

En Caspana, te recomiendo recorrer sus cultivos en terrazas, un ancestral sistema productivo que deja en evidencia el ingenio y la adaptabilidad de esta milenaria cultura. En esa misma localidad está el Museo Etnográfico, que atesora gran parte de la historia de la región.

Clima de Alto El Loa

El clima de Alto Loa se caracteriza por una extrema aridez y ausencia de humedad. Al igual que en otras zonas de la región, la oscilación térmica es extrema, con temperaturas que en el día superan los 30°C y que descienden bajo 0 durante la noche. Aunque no son frecuentes, las precipitaciones se concentran en los meses de verano.

Recomendaciones

El clima de Alto El Loa es agradable durante gran parte del año. Lo que tienes considerar es que durante la noche la temperatura desciende de forma drástica, por lo que te recomiendo llevar ropa adecuada. Otra recomendación es que siempre tengas a mano bloqueador solar y lleves un gorro o sombrero. Recuerda que estás en medio del desierto más árido del mundo.

Dónde está Alto El Loa

La región andina de Alto Loa se encuentra al interior de la comuna de Calama, 40 kilómetros al noreste de la ciudad. Este territorio que se extiende desde el desierto de Atacama hasta el límite fronterizo con Bolivia.

¿Cómo llegar?

Para llegar a Alto El Loa desde Calama, debes dirigirte hacia el oriente por Avenida Almirante Grau hasta llegar a la Ruta 21. Desde ahí hasta la localidad de Chiu Chiu, son 35 kilómetros de distancia.

Si vas a desplazarte en servicio de transporte público, en el terminal Ferroviario de Calama hay buses con salidas diarias hasta el pueblo. Desde San Pedro de Atacama, debes dirigirte hacia el norte por la Ruta 23 hasta llegar a Calama. Desde esa ciudad, debes tomar la Ruta 21 y avanzar hacia el oriente.

Destinos imperdibles: Reserva Nacional Los Flamencos

Es uno de los atractivos naturales más exuberantes del norte de nuestro país. Un lugar único en Chile, que te sorprenderá por la inmensidad de sus paisajes, su silencio, sus colores y su gran biodiversidad, asociada a uno de los climas más desérticos del planeta. Te invito a descubrir la Reserva Nacional Los Flamencos, el principal atractivo de la cosmopolita comuna de San Pedro de Atacama.

Sobre la Reserva Nacional Los Flamencos

 

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Fue creada en 1990 y se encuentra en la cuenca del salar de Atacama, en la región de Antofagasta, a casi 100 kilómetros de la comuna de San Pedro. Está dividida en siete sectores y posee una superficie total de casi 74 mil hectáreas.

Cada sector de la Reserva se encuentra a una altura diferente, cada uno con sus condiciones climáticas particulares. Esto permite la existencia de una gran variedad de ecosistemas, con numerosas especies nativas, tanto animal como vegetal. Al cubrir un territorio tan vasto, Los Flamencos alberga numerosos atractivos naturales, como lagunas, salares y oasis.

¿Cómo es la Reserva Nacional Los Flamencos?

 

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Es un lugar donde la belleza escénica de sus paisajes cautiva a quien lo visite. Si San Pedro de Atacama es uno de los destinos turísticos más visitados del país, es precisamente gracias a esta reserva.

Como ya les comenté, Los Flamencos está dividida en siete sectores. Todos ofrecen atractivos naturales que bien vale la pena descubrir. En ellos podrás disfrutar numerosas lagunas, salares, oasis y un valle que definitivamente parece de otro planeta.

La flora de la reserva es diversa y está representada en especies como la llareta, la paja brava, el tamarungo y frankenia, entre otras. La fauna silvestre la componen animales como la llaca de la puna, el zorro culpeo, la vicuña, el puma, el ñandú y, por supuesto, el flamenco chileno.

Atractivos de la Reserva Nacional Los Flamencos


Los principales atractivos de la reserva son los salares de Tara, Pujsa y Atacama. Mientras que el primero destaca por sus numerosos volcanes, en el segundo se puede apreciar la colonia de flamencos más numerosa de la zona. En el tercero puedes disfrutar, además de sus bellos paisajes, de las lagunas Chaxa y Cejar.

El Tambillo es otro de los atractivos que debes conocer. Ubicado junto a la ruta que une San Pedro con el Paso internacional de Sico, cuenta con el bosque de tamarugos más grande del país.

El Valle de Luna también es parte de la Reserva Nacional Los Flamencos y es uno de los atractivos más famosos de San Pedro de Atacama. En él habitan especies como el zorro chilla, además de aguiluchos, chercanes, zorzales y otros. La Cordillera de la Sal es la responsable de la existencia de este valle y no se encuentra ninguna fuente de agua en este sector.

Es importante destacar que, en el Valle de La Luna, se encuentra el sitio arqueológico más antiguo del norte de Chile, la Aldea de Tulor.

El sector Lagunas Altiplánicas (Miscanti y Miñiques) está situado al sur del pueblo Socaire y se caracteriza por sus imponentes volcanes, que superan los 5.900 msnm. Además, posee una variada fauna compuesta por flamencos, patos juarjual, ñandúes, aguiluchos y tucúqueres, entre otros.

Clima de la Reserva Nacional Los Flamencos


En San Pedro la oscilación térmica es radical. Durante el día, los termómetros pueden superar los 30°C, y en la noche la temperatura puede bajar a menos 0°C.

Recomendaciones


Si tu objetivo es abarcar la mayor cantidad de atractivos, te recomiendo que tu visita a San Pedro de Atacama se extiende por más de una semana. De lo contrario, tendrás que correr de un lugar a otro y probablemente quedarás con gusto a poco. Recuerda que muchas veces menos, es más.

Si buscas más tranquilidad y ahorrar dinero, la mejor época es la temporada de otoño-invierno, que comprende los meses de abril a septiembre. Esto porque hay menos turistas y es temporada baja.

Las excursiones hacia el altiplano pueden ser un martirio si no te preparas adecuadamente. Sobre los 4.000 metros de altitud el cuerpo puede traicionarte. Las posibilidades de sufrir una puna no son bajas. Así que te recomiendo hidratarte, tomar infusiones de coca y no beber la noche a las expediciones. No olvides llevar ropa adecuada para soportar las extremas condiciones climáticas que reinan en la zona. Abrigo para la altura y bloqueador solar.

Usa bloqueador solar, gafas de sol con filtro UV y sombrero para evitar la radiación ultravioleta.

Lleva ropa abrigada porque esta zona se caracteriza por tener altas oscilaciones térmicas, es decir, días calurosos y noches frías.

¿Dónde está?


Se encuentra al interior de la Región de Antofagasta, comuna de San Pedro de Atacama, provincia del Loa.

¿Cómo llegar?


Desde el aeropuerto de Calama, debes tomar la Ruta 23 y avanzar 101 kilómetros en dirección suroriente. Hay varias empresas de transporte (Pullman Bus, Tur Bus, Géminis) que parten desde sus propios terminales en Calama.

El valor del pasaje es de alrededor de $1.400 pesos chilenos. Desde el aeropuerto de Calama hay minibuses, cuyo valor es de $6.000 pesos chilenos (US$10) aproximadamente.

Destinos imperdibles: Mejillones

Playas extensas, aguas prístinas, fauna marina exuberante y un pasado glorioso. Eso es Mejillones, uno de los atractivos más interesantes de la costa de la región de Antofagasta. Un lugar del que, como dice la célebre canción del inmortal Lalo Parra, te vas a enamorar y querrás regresar todos los años. ¿Quieres saber por qué? Aquí la respuesta.

Sobre Mejillones

Sobre Mejillones
Sobre Mejillones

La Península de Mejillones es una zona costera situada 65 kilómetros al norte de la ciudad de Antofagasta. Considerado uno de los lugares con mayor biodiversidad marina del país, es un paraíso para quienes disfrutan de la naturaleza en su estado más puro y salvaje.

Sus primeros habitantes fueron los changos, un grupo de pescadores nómades -recientemente reconocido como pueblo vivo por parte del Estado de Chile-, quienes desde hace aproximadamente ocho mil años han recorrido la franja costera del norte de Chile, en busca de su sustento alimenticio.

Hasta 1879, todo lo que se conoce como la Península de Mejillones formaba parte del territorio boliviano. Sin embargo, tras el Combate Naval de Angamos, donde fue capturado el mítico buque peruano Huáscar y que inclinó en favor de Chile la sangrienta Guerra del Pacífico, gran parte de región de Antofagasta fue anexado a nuestro territorio. En 1907, la ciudad fue refundada por el entonces presidente Germán Riesco.

En la actualidad, Mejillones tiene una población de aproximadamente 10.000 habitantes. Las principales actividades productivas de la ciudad guardan relación con la pesca y faenas portuarias, pero también con la investigación científica. Esto último se debe, tal como les comenté, a la extraordinaria biodiversidad que se aloja en sus aguas.

Cómo es Mejillones

Cómo es Mejillones
Cómo es Mejillones

Un paraíso natural del norte de Chile. Así es Mejillones. No por nada esta península es considerada como un sitio prioritario para la conservación de la biodiversidad. Gracias a la corriente de Humboldt, sus tibias y cristalinas aguas son ricas en oxígeno y nutrientes, lo que permite la existencia de una gran variedad de peces, mariscos y moluscos, que a su vez sirven de alimento a numerosas colonias de aves, como son el cormorán, el pelícano pardo, el piquero, el pingüino Humboldt, además de mamíferos como la nutria, el chungungo, el lobo marino y el elefante marino del sur, entre otros.

Además de sus espectaculares playas, la arquitectura de Mejillones da cuenta de la relevancia que tuvo hasta mediados del siglo XX. Sus edificios de estilo neoclásico, muchos de ellos declarados monumentos nacionales, recuerdan a sus habitantes y turistas un pasado esplendoroso.

Atractivos de Mejillones

Atractivos de Mejillones
Atractivos de Mejillones

Interactuar con la prolífica fauna marina que habita las costas de Mejillones es una experiencia que toda persona debe vivir si visita a esta histórica ciudad. Pingüinos Humboldt, lobos de mar, chungungos, nutrias y una enorme variedad de peces y aves dan forma a un escenario natural de gran exuberancia. Dependiendo de la estación del año, incluso puedes llegar a avistar ballenas y delfines, entre otros cetáceos. Desde la caleta de pescadores artesanales a diario zarpan expediciones que se adentran en la bahía. Si practicas buceo, puedes sumergirte en las tibias aguas e interactuar con los carismáticos lobos de mar.

La playa de Mejillones es considerada como una de las mejores del país, no sólo por su belleza sino por la seguridad que ofrece a sus visitantes. Frente a esta gran bahía se ubicó el antiguo muelle y el pueblo histórico, y actualmente es apta para el baño, la pesca y la práctica de deportes náuticos.

La gastronomía de Mejillones también goza de gran reconocimiento en la región. El pueblo cuenta con una amplia gama de ofertas, donde los productos del mar, frescos y recién extraídos, son su principal sello. Mis imperdibles: jardín de mariscos, reineta frita y mejillones con queso.

Clima de Mejillones

Clima de Mejillones
Clima de Mejillones

El clima posee rasgos típicos del litoral desértico costero, esto es, escasa o nula precipitación, alta humedad relativa del aire, frecuente nubosidad matinal, temperatura moderada, leve variación térmica y ausencia de vegetación asociada al lugar específico. La temperatura promedio es 16,6 °C, con oscilaciones térmicas anuales de sólo 5,5 °C , y una amplitud de oscilaciones diarias que alcanzan los 8,7 ºC en febrero para descender sólo a 5,8 °C en julio.

Recomendaciones para visitar Mejillones

Recomendaciones para visitar Mejillones
Recomendaciones para visitar Mejillones

La distancia que la separa de Antofagasta hacen de Mejillones un excelente destino para visitar durante el día. Si sales bien temprano en la mañana, podrás disfrutar de la playa, recorrer el centro histórico de la ciudad, conocer el museo y degustar su excelente gastronomía. Es importante que tengas en consideración que, durante las primeras horas de la mañana, la nubosidad en la zona costera es muy alta, lo que dificulta los traslados por la carretera. Conduce con precaución y sigue al pie de la letra las indicaciones de tránsito apostadas a un costado del camino.

Si vas a pasar algunos días en la ciudad, te cuento que en Mejillones existe buena infraestructura de alojamiento, que van desde campings hasta hoteles. Reserva con anterioridad, sobre todo si tu plan es viajar en verano.

¿Dónde está Mejillones?

¿Dónde está Mejillones?
¿Dónde está Mejillones?

Mejillones se encuentra en la zona costera de la región de Antofagasta, 65 kilómetros al norte de esa ciudad. De Santiago la separan 1.407 kilómetros.

¿Cómo llegar a Mejillones?

¿Cómo llegar a Mejillones?
¿Cómo llegar a Mejillones?

Desde Antofagasta, debes tomar la Ruta 1 y avanzar en dirección norte hasta llegar al kilómetro 46. Allí en ese punto nace la Ruta B-272, a la que debes incorporarte y seguir hacia el noroeste durante 18 km. El tiempo de traslado entre ambas ciudades es de una hora.

Erika Donaire: Olivicultora de Taltal

¿Sabía usted que, al interior de la comuna de Taltal, en pleno desierto de Atacama, se elabora uno de los aceites de oliva más sabrosos de nuestro país? Así es, tal como lo lee. Y la responsable de esta hazaña es Érika Donaire, una vecina de la localidad de la “Cachina”, que hace algunos convenció a su comunidad de que era posible cultivar en el lugar más seco del planeta. ¿Cómo lo hizo? Pues, cosechando nubes.

Cuenta la olivicultora que todo comenzó a los pocos meses de llegar esa localidad, hace ya 20 años. Por aquel tiempo, para algunos habitantes de Taltal la Cachina no era más que un pedazo de tierra, abandonado a su suerte, que sólo servía para tirar los desperdicios que los camiones de la basura se negaban a recolectar. Y todo, a vista y paciencia de sus moradores. Aunque intentaba ponerse en la piel de sus vecinos, Érika se negaba a aceptar un trato así de vejatorio y humillante. Si la gente no estaba dispuesta a mover un dedo por su comunidad, bien por ellos, pensaba. Pero no sería su caso. Así fue como una mañana organizó una cuadrilla de jóvenes con la limpió hasta el recoveco de la Cachina.

Si bien este lugar había recuperado algo de su dignidad, Érika no se sentía conforme. Sabía que se podía hacer mucho más por la comunidad. Por esas cosas del destino, un día conoció la historia de un grupo de vecinos que había logrado lo que parecía imposible: practicar la agricultura en medio del desierto. Gran responsable del milagro era el “atrapanieblas”, un novedoso sistema de captación de agua, económico y sencillo, que funcionaba con paneles de mallas raschel distribuidos en sectores por donde circula la vaguada costera, popularmente conocida como “camanchaca”. En otras palabras, ¡cosechar nubes!

Como era de suponer, la idea de convertir la Cachina en una zona agrícola no hizo eco entre los vecinos. Érika se había ganado el respeto de la comunidad por erradicar la basura de sus vidas. Pero una cosa muy distinta era transformar ese páramo inhóspito en campos de cultivo. El escepticismo no fue suficiente para frenar su entusiasmo. De modo que, con más ganas que recursos, la futura emprendedora comenzó a estudiar, se asesoró con profesionales especializados y, después de mucho esfuerzo y trabajo, consiguió financiamiento para implementar este sistema en los terrenos de la comunidad.

La decisión de plantar olivos fue una decisión sugerida por técnicos en la materia. Aunque su confianza en el proyecto estaba fuera de discusión, tuvo que armarse de paciencia para que su trabajo comenzara a dar frutos. Cuando eso ocurrió, muchos de sus vecinos decidieron sumarse al emprendimiento. Conformaron una cooperativa y hoy, la Cachina cuenta con 25 predios agrícolas (casi 400 hectáreas de superficie) y una planta de producción donde se elabora el reconocido aceite de oliva orgánico “Taltal”.

La historia de Érika y los vecinos de La Cachina es sencillamente alucinante. No es fácil hacer realidad un sueño, menos en un territorio donde la naturaleza se doblega frente a un sol implacable, que no da tregua. Pero el esfuerzo y perseverancia siempre reciben el premio que merecen. El aceite de oliva de esta comunidad es el fiel reflejo de esa afirmación. Un producto suave, sabroso y aromático que, al probarlo, “te deja en las nubes”.

Dirección: Sector la Cachina, comuna de Taltal, Región de Antofagasta

Yo Recomiendo: Taltal y la quebrada del Médano

Setenta y cinco kilómetros al norte de Taltal se encuentra uno de los yacimientos de arte rupestre más grande de Sudamérica. Enclavado a los pies de la Cordillera de la Costa, El Médano es un conjunto de escarpadas sierras y profundas quebradas donde, hace miles de años, los Changos, un pueblo de pescadores nómades, inmortalizaron parte de su historia a través de dibujos y símbolos de intenso color rojo grabados en cientos de rocas.

Conscientes del invaluable tesoro que tienen en sus manos, desde hace algunos años los habitantes de Tiltil trabajan con entusiasmo y esfuerzo para preservar el Médano y posicionar a esta pequeña ciudad costera de la región de Antofagasta como un potente destino turístico con un sello patrimonial único.

Diego Cortez es una de esas personas. Oriundo de esta comuna, desde niño conocía de la existencia de este yacimiento. Después terminar sus estudios universitarios en la ciudad de Antofagasta, regresó para crear, junto a un grupo de amigos, una agencia de turismo con la que desde hace siete años realiza expediciones al Médano con turistas y también sirve de guía para los científicos que intentan desentrañar los misterios de este enigmático pueblo.

Internarse en las quebradas del Médano es una experiencia alucinante, aunque no exenta de dificultades. Como todo tesoro, dar con el yacimiento no es sencillo. Son dos horas de intensa caminata por estrechos y empinados senderos, enfrentando la densa neblina matinal, conocida popularmente como la camanchaca, y el aplastante sol del desierto más árido del mundo. Una travesía extenuante, a ratos peligrosa, pero que bien vale la pena el esfuerzo. Contemplar en las paredes de piedras miles de dibujos de cetáceos, lobos de mar, tortugas, camélidos del altiplano, además de escenas de los hombres montados en sus canoas, apuntando con sus lanzas, es algo sencillamente sublime, difícil de expresar en palabras.

Diego me explicó que en ese sitio no sólo se producía el intercambio de productos entre los changos y los pueblos del interior. También fue un importante recinto ceremonial y religioso. Aunque su data no estaba confirmada, se cree que estas figuras tienen, por lo menos, 1500 años de antigüedad.

Casi tan sorprendente como las pictografías es que, a pesar de su enorme valor patrimonial, la protección de este paraíso patrimonial es casi inexistente. No hay controles en su ingreso ni tampoco se han implementado medidas reducir el impacto de quienes lo visitan.

Justamente por eso, el esfuerzo de Diego es fundamental. Gracias a su trabajo y el de otros habitantes de la comuna, el Médano dejó de ser un tesoro perdido en tierra de nadie, convirtiéndose en uno de los atractivos más destacados de la región.

Ubicación: Quebrada del Médano, 75 kilómetros al norte de Taltal, región de Antofagasta.

Contacto: Diego Cortez: +56 9 9091 9577.

Destinos imperdibles: Parque Nacional Llullaillaco

¿Sabías que, casi en la frontera con Bolivia y a más de cuatro mil msnm, se encuentra uno de los lugares más bellos del altiplano chileno?  Un territorio solitario y deshabitado, que hace varios siglos fue un centro ceremonial del Imperio Inca. Acompáñame a recorrer el Parque Nacional Llullaillaco, uno de los tesoros más impresionantes de la región de Antofagasta.

Sobre el Parque Nacional Llullaillaco

Sobre el Parque Nacional Llullaillaco
Sobre el Parque Nacional Llullaillaco

Llullaillaco, que en lengua aimara quiere decir “agua caliente”, es un Parque Nacional creado en 1995 y administrado por CONAF. Con una superficie total de 268.670 hectáreas, se encuentra en la subregión andina de la Puna de Atacama, 275 kilómetros al este de la ciudad de Antofagasta. Habitado ancestralmente por pastores y cazadores prehispánicos, a partir del Siglo XV formó parte de imperio Inca y fue un importante centro ceremonial religioso.

¿Cómo es el Parque Nacional Llullaillaco?

¿Cómo es el Parque Nacional Llullaillaco?
¿Cómo es el Parque Nacional Llullaillaco?

Gigantescos valles de lava, lagunas altiplánicas, quebradas profundas, antiguos centros ceremoniales, petroglifos y tres salares, que rodean casi toda su superficie. Esos son sólo algunos de los atractivos que ofrece este Parque Nacional, cuya altitud fluctúa entre los 3.500 y los 6.739 msnm. Un territorio aislado, silencioso y escasamente visitado por turistas, ideal para los amantes del andinismo que, en la cima del volcán Llullaillaco, el segundo más alto del país, encuentran el final de un desafío reservado sólo para expertos.

La flora de Llullaillaco se caracteriza por amplias zonas de pastos, distribuidos según las zonas geográficas del parque. También es posible encontrar hierbas como la pilaya, la verbena, la tola y la añawaya, entre otras. En el parque han sido registradas 126 especies de flora, de las cuales 21 son endémicas de la zona.

En cuanto a su fauna, la reserva es refugio de chinchillas, zorros culpeos, guanacos pumas, vicuñas, y aves como la perdiz y la tórtola de la puna, el chorlito cordillerano y el halcón peregrino.

Atractivos

Atractivos
Atractivos

Además de su extraordinaria belleza natural, el parque es un importante sitio de interés arqueológico y cultural. Entre sus atractivos está un tramo del Camino del Inca y un santuario de altura, en la cima del volcán Llullaillaco.

Este recinto cuenta con senderos delimitados donde es posible realizar excursiones, observar fauna silvestre y practicar ciclismo de montaña. Los andinistas profesionales pueden ascender el majestuoso Llullaillaco, cuya cima se encuentra nada menos que 6,739 metros de altura, la segunda cumbre volcánica más alta de Chile.

¿Dónde está el Parque Nacional Llullaillaco?

¿Dónde está el Parque Nacional Llullaillaco?
¿Dónde está el Parque Nacional Llullaillaco?

Se encuentra inserto en la subregión andina de la Puna de Atacama, 275 kilómetros al este de la ciudad de Antofagasta.

 Clima del Parque Naicional Llullaillaco

 Clima del Parque Naicional Llullaillaco
Clima del Parque Naicional Llullaillaco

El clima es desértico, con características de tundra debido a la altitud y a la acción de la corriente fría de Humboldt Durante el verano, las lluvias que se originan del otro lado de la cordillera alcanzan a llegar en ocasiones, pero muy débiles. Durante el invierno pueden ocurrir vientos blancos. Salvo estas consideraciones, la atmósfera suele ser muy estable. Sobre los 5700 msnm existen nieves eternas, las que se conservan producto del frío.

Recomendaciones

Recomendaciones
Recomendaciones

Al llegar al parque, registre su visita y retorno a la CONAF y Carabineros. Recuerda transitar siempre por los caminos y senderos oficiales y preferentemente acompañado. Lleva alimentos, agua y ropa abrigada. Si quieres ascender al volcán, debes coordinar la travesía con personal de CONAF y el Ejército.

¿Cómo llegar al Parque Nacional Llullaillaco?

¿Cómo llegar al Parque Nacional Llullaillaco?
¿Cómo llegar al Parque Nacional Llullaillaco?

Llegar al parque es sencillo, ya que hay un expedito camino de 57 km que va por el borde de la cordillera Domeyko y que cruza la ruta Baquedano – Paine.

Yo Recomiendo: Patricia Pérez, la recolectora de Atacama

En el desierto más árido del mundo reside una mujer capaz de generar vida en un territorio que estremece por su implacable silencio –interrumpido a veces por el caprichoso sonido del viento- y donde pueden pasar varias décadas sin que una gota de agua caiga desde el cielo.

Todo lo que sabe de infusiones, dice Patricia Pérez, se lo debe a los consejos de su abuela, una mujer que pasó gran parte de su vida recolectando hierbas y plantas silvestres en las quebradas y cerros atacameños, siguiendo la técnica ancestral del pueblo kunza. Oriunda de Toconao, una pequeña localidad altiplánica ubicada a casi 40 kilómetros del cosmopolita poblado de San Pedro, de niña la acompañó en sus expediciones por el desierto.

Observándola, no sólo aprendió a distinguir las especies comestibles de la ponzoñosas, sino también el respeto y el cuidado con el que deben ser tratadas para asegurar su conservación. Un viejo mapa dibujado a mano donde están marcados los mejores lugares que cultivar la rica-rica, el pingo-pingo y la muña-muña, entre otras especies, fue su herencia más preciada.

El de Patricia es un trabajo admirable, que exige temple y paciencia. Cultivar en el desierto no lo hace cualquiera. El proceso completo dura aproximadamente cinco meses, tiempo en el que esta sabia yerbatera las riega, poda e incluso habla con ellas. Después de cosecharlas, la “Recolectora de Atacama”, como fue bautizada por el diario El País de España, las deja secar a oscuras, para luego sellarlas al vacío.

El compromiso de esta emprendedora con su entorno es absoluto. Como muestra un botón: cada vez que sube a su inconmensurable huerto, Patricia recoge la basura que los turistas incautos arrojan al desierto mientras se desplazan hacia los numerosos destinos turísticos que ofrece esta comuna. “Soy una defensora de la naturaleza”, afirma con humildad.

La pasión de Patricia por su trabajo ha sido reconocida por prestigiosos chefs chilenos y extranjeros, quienes han incorporado algunos de sus productos en sus recetas. “La Atacameña”, la empresa que formó hace más de cinco años para distribuir sus infusiones, es motivo de orgullo para su familia y un referente para los habitantes de Toconao.

A Patricia y su sabiduría ancestral yo la recomiendo.

  • Ubicación: Toconao, comuna de San Pedro de Atacama, Región de Antofagasta
  • Contacto: +56 9 75375133

En primera persona: Taltal, la desconocida costa de los Changos

Puede que su nombre no les resulte familiar, pero Taltal es uno los lugares más bellos del norte de Chile. Tuve la suerte de visitarlo en 2019 y mi experiencia, créanme, fue sencillamente extraordinaria.

Ubicada 230 kilómetros al sur de Antofagasta, la capital regional, esta pequeña y apacible ciudad costera, de poco más de 12 mil habitantes, goza de un clima generoso, hermosas playas, cielos prístinos y, por si fuera poco, un asombroso patrimonio cultural, con más de ocho mil años de historia.

Mapa de Taltal
Mapa de Taltal

Mis tres días en esta zona, que hasta antes del Guerra del Pacífico era el límite fronterizo con Bolivia, fue un viaje lleno de sorpresas, aprendizajes y aventuras, que quiero compartir con ustedes en esta crónica.

Lo primero que deben saber de Taltal es que hace aproximadamente ocho mil años por sus bellas playas circularon los changos, un pueblo de pescadores nómades, cuya historia está tatuada en las las quebradas cercanas al pueblo, hasta donde se dirigían para intercambiar productos con otras comunidades del interior.

Aunque los vestigios de ese período son escasos, sus habitantes, principalmente los más jóvenes, se identifican con esa cultura y, con el paso de los años, han aprendido a apreciar su invaluable legado.

Una de esas personas es Diego Cortez, un joven taltalino que, luego de cursar sus estudios universitarios en Antofagasta, decidió regresar a su tierra con el sueño de convertir Taltal en un destino turístico a partir del rescate y promoción su valioso patrimonio cultural.

Diego Cortez, guía turístico de Taltal
Diego Cortez, guía turístico de Taltal

Con ese objetivo en mente, desde hace seis años realiza expediciones en las profundidades del Médano, un complejo de estrechas quebradas donde, como ya les comenté, los changos algunos vestigios de su historia.

Diego me llevó hasta el punto que concentra el mayor número de pictogramas. Fueron cerca de dos horas de exigente caminata, primero bajo una densa neblina, conocida popularmente como la camanchaca, y luego bajo un sol aplastante.

Pictogramas de Taltal
Pictogramas de Taltal

No bien llegamos a nuestro destino, mi asombro fue mayúsculo. Imaginen estar encajonado entre enormes rocas con cientos de cetáceos, lobos de mar, peces, tortugas y camélidos del altiplano circulando frente a tus ojos.

Diego me explicó que allí no sólo se producía el intercambio de productos entre los changos y los pueblos del interior. También era un centro ceremonial. Aunque su data no estaba confirmada, se cree que las figuras tienen, por lo menos, 1500 años de antigüedad.

Pancho Saavedra observando los pictogramas de Taltal
Pancho Saavedra observando los pictogramas de Taltal

Casi tan sorprendente como los dibujos es el hecho de que, a pesar de su enorme valor histórico, son muy pocos los estudios que se han realizado en esta zona, por lo que su protección es inexistente. Justamente por eso el esfuerzo de Diego es fundamental. Gracias a su trabajo, este sitio se ha ido posicionando lentamente como un polo de interés científico.

Pero si hablamos de esfuerzo, la historia de Érika Donaire y su comunidad es digna de destacar. En Cachina, una localidad enclavada en los pies de la Cordillera de la Costa, sus habitantes decidieron torcer la implacable sequedad del desierto haciendo de la agricultura su principal fuente de ingresos. ¿Saben cómo lo lograron? Pues, cosechando las nubes.

Erika Donaire
Erika Donaire

Dice Érika que el aceite de oliva que se produce en su comunidad no sólo es de primer nivel, sino también único. Su afirmación, lejos de ser antojadiza, es ciertamente objetiva.

No son muchos los lugares en Chile donde el agua con el que se riegan los campos se obtiene gracias a los atrapanieblas, un ingenioso sistema de captación que, mediante mallas raschel dispuestas en zonas alturas, aprovecha la vaguada costera para nutrir de vida los árboles y las hortalizas que allí también cultivan.

Cosechando aceitunas

Mientras cosechábamos aceitunas, Érika me contó que, durante muchos años, los terrenos de la comunidad sólo sirvieron para acumular basura. Todos los días llegaban camiones a descargar toneladas de desperdicios. La frustración de Érika era profunda, pero no había mucho que hacer al respecto.

Salvo ella, a nadie parecía importarle demasiado lo que pasaba en La Cachina. Un día, sin embargo, Érika comenzó a fantasear con la idea de convertir ese vertedero en campos de cultivo. Al comienzo, sus vecinos no se mostraron convencidos. Que esa pampa desolada llena de escombros pudiera dar frutos era una locura. Pero Érika sentía que no estaba equivocada. Sabía que de algún modo su sueño se podía hacer realidad.

Junto a técnicos de la municipalidad, Érika comenzó a aterrizar su idea. Fueron varios años de ensayos y pruebas hasta que un día un agrónomo interesado en su caso les propuso instalar atrapanieblas. El resto es historia.

Junto a Érika y el resto de la comunidad, recorrí la planta de procesamiento y también probé su producto. Su sabor era suave, fino, delicioso, al igual que su aroma. Antes de salir, me vi en la obligación de corregir a mi anfitriona. Estaba equivocada. Mirándola con seriedad, le dije que su aceite no sólo era único por la forma en que era elaborado.

Planta de procesamiento de aceitunas
Planta de procesamiento de aceitunas

Lo que lo hacía realmente distinto su producto a del resto, era la pasión con el que ella y sus vecinos lo fabricaban. Cada botella etiquetada era una lección de valentía y coraje. Después de todo, para florecer el desierto no sólo se necesita agua, sino también amor, esfuerzo y entereza.

Aceite de Oliva doña Ana
Aceite de Oliva doña Ana

La misma pasión es la que moviliza a Susana Rubio, una de las profesoras de la Escuela Paranal de Papaso, localidad costera ubicada casi una hora del centro de Taltal, y a quien conocí en mi segundo día en esa comuna.

Oriunda de la región de O’Higgins, la “Tía Susi”, como cariñosamente es conocida por todos, llegó hace más de una década hasta ese perdido pueblito nortino para cumplir con su vocación de educadora por un tiempo acotado y que, por esas cosas del destino, terminó echando raíces para siempre.

Profesora Susana Rubio
Profesora Susana Rubio

Amante de la naturaleza y de la vida silvestre, Susana implementó un programa de educación ambiental con los niños de la escuela que consiste en preservar las especies florales, muchas de ellas en peligro de extinción, que crecen en los alrededores del pueblo.

Con más entusiasmo que recursos, junto a los otros profesores levantaron un invernadero donde los alumnos cultivan las flores que meses más tardes trasplantan en los agrestes cerros que encajonan la bahía. Este proyecto, cuyo nombre es “Forjadores”, ha sido un excelente estímulo no sólo para los menores, quienes han aprendido a valorar y cuidar el entorno en el que viven.

Invernadero escuela Taltal
Invernadero escuela Taltal

Susana y sus alumnos me invitaron a recorrer los cerros de Paposo para conocer parte de su flora endémica. En un mirador conversé con Valentina, una encantadora niña cuyo gran sueño, como el de muchos chicos de su edad, era volar.

Mientras contemplábamos el paisaje, recordé que tiempo atrás en Antofagasta había tenido la oportunidad de surcar los cielos nortinos montado en un parapente. Sin que se diera cuenta, me acerqué a sus padres y les pregunté si estaban dispuestos a permitir que su hija hiciera realidad ese anhelo. Como era de suponer, me pidieron un tiempo para pensarlo.

Valentina Salas
Valentina Salas

A la espera de su decisión, junto al equipo nos trasladamos hasta Tatal para conocer a uno de sus personajes más emblemáticos. El “Rubio Pepe” es pescador, mariscador y un excelso buzo, con más de 30 años de trayectoria en caza submarina. En una zona donde este desconocido deporte es casi tan popular como el fútbol, este extrovertido taltalino es todo un referente.

Pero su admiración no sólo tiene que ver con el hecho de haber sido campeón nacional y haber representado a nuestro país en importantes torneos internacionales, sino también porque gracias a sus consejos y enseñanzas, muchos jóvenes han encontrado en esta disciplina la oportunidad perfecta para trazarse objetivos, metas y, lo más importante, salir adelante.

José Gómez, buzo y pescador de Taltal
José Gómez, buzo y pescador de Taltal

Mi encuentro con Pepe fue en pleno océano. Ese día, entrenaba junto a Katherine, una de sus hijas, quien ha seguido sus pasos y, en la actualidad, es una de las mejores exponentes de la caza submarina en nuestro país. Nuestra visita se produjo días antes del campeonato nacional de caza que, coincidentemente, se iba a realizar en Taltal.

Katherine Gómez, experta en pesca submarina
Katherine Gómez, experta en pesca submarina

El Rubio estaba emocionado. Que nos diéramos el tiempo de escuchar su historia, fue un premio a su esfuerzo y compromiso con los jóvenes de Taltal. Que su trabajo se diera a conocer a través de la televisión era lo mínimo que podíamos hacer por él.

Semanas después de conocerlo, Pepé me llamó para compartir una gran noticia: su hija había ganado el campeonato nacional y, con ello, el derecho de representar a Chile en un torneo en Italia.

Padre e hija
Padre e hija

Después de que los padres de Valentina me dieron el visto bueno para la sorpresa, me puse en contacto con Óscar, el instructor de vuelo con el que en 2015 sobrevolé la Portada de Antofagasta en parapente. Aceptó gustoso mi invitación. Hizo un espacio en su agenda y, a la mañana siguiente, figuraba conmigo en la entrada de la casa de Valentina.

Aún recuerdo el brillo en los ojos de Valentina cuando supo que iba a cumplir su más preciado sueño. Fue un momento mágico, tanto como cuando la vi saltar junto Óscar desde el mirador, para luego contemplar su grácil vuelo justo en el momento en que el sol comenzaba a esconder en el mar.

Susana cumplió su sueño

Visitar Taltal fue una experiencia estimulante, llena de anécdotas e historias que voy a llevar conmigo siempre. Esta aventura volvió a demostrar que Chile es un país de una extraordinaria riqueza geográfica, cultural, pero por sobre todo humana.

Un vuelo inolvidable
Un vuelo inolvidable

Ah… y lo más importante: que, con pasión y ganas, los sueños se pueden hacer realidad. Sólo hay que atreverse.

Termas de Puritama

Ubicadas en pleno altiplano y a más de 3.500 metros sobre el nivel del mar, las Termas de Puritama son uno de los atractivos más concurridos de la comuna de San Pedro de Atacama. Forman parte de una reserva natural de 8.000 hectáreas administradas por Explora.

Termas de Puritama

Sus aguas contienen diversos minerales con propiedades curativas, con una temperatura que se mantiene entre los 28 y 31°C durante todo el año. El circuito está conformado por ocho piscinas conectada por pasarelas de madera.

  • Ubicación:28 kilómetros al norte de San Pedro de Atacama, Región de Antofagasta.
  • Información de visita: todo el año.
  • Sitio web: https://termasdepuritama.cl/la-reserva/

Caleta Cifuncho

Si quieres combinar sabores y paisajes alucinantes, Cifuncho es el lugar. Ubicada 30 kilómetros al sur de Taltal, la playa donde funciona esta caleta es considerada una de las más bellas de Chile.

Sus congrios, corvinas y erizos son sus productos emblemáticos. Las cocinerías, apostadas en la costanera, ofrecen platos enjundiosos y a excelente precio.

  • Dirección: Se ubica a treinta kilómetros al sur de Taltal.