Emprendedoras chilenas: Agrupación de Tejedoras de Chapilca

La localidad rural de Chapilca no sólo es conocida por sus cielos limpios y estrellados, típicos del místico Valle del Elqui. Este pequeño caserío, ubicado a poco más de 30 kilómetros, también es famoso por una tradición textil que se remonta a más de dos siglos y que, aunque parezca increíble, constituye la principal fuente de ingreso para más del 80% de sus habitantes.

Fundada en 1968, la Agrupación de Tejedoras de Chapilca es mucho más que un centro cultural al cual llegan todos los días los y las artesanas del pueblo a elaborar sus célebres ponchos, mantas, alfombras y pasillos de lana de oveja. Este lugar es, ante todo, una escuela donde el conocimiento, generosamente, se trasmite generación en generación.

Aída Pizarro es una de las fundadoras de la Agrupación. Cono más de siete de décadas de experiencia, comenzó a los 12 años como hiladora, observando y siguiendo los consejos de su madre, quien le transmitió todos sus conocimientos para dominar la técnica del telar planta’o, tal como ella lo ha hecho con sus hijos. Aunque por su avanzada edad ya no puede participar de todo el proceso de fabricación, se niega rotundamente a abandonar este oficio.

“Si me retiro me muero, porque voy a echar de menos mi palo”, confesó no sin picardía la señora Aída el día que la conocí.

A diferencia de otros, los telares de esta localidad son horizontales, dispuestos sobre cuatro palos enterrados en el suelo. De ahí su nombre. Otra característica que lo distingue es que, a la hora de tejer, los de Chapilca utilizan pedales para avanzar en la trama. Así la artesana debe trabajar siempre de pie, lo que resulta muy cansador.

A la hora de trabajar, en esta localidad cada integrante cumple una función determinada. No importa si es un gorro o una alfombra. La esencia es el colectivismo. Mientras algunas mujeres están a cargo de hilar, ovillar, torcer y aspar la lana, otras tienen como tarea teñir, tejer y trenzar.

Las tejedoras de Chapilca no sólo merecen un reconocimiento por sus finas piezas textiles. Lo de ellas es una labor mucho más profunda, que tiene que ver la conservación y promoción de las tradiciones de sus antepasados, quienes hace más de 200 años comenzaron a trabajar la lana con el simple pero vital objetivo de resguardarse del frío.

Ubicación: Calle Las Rosas s/n costado de la Iglesia, Chapilca

Contacto: +56 9 7492 8810

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