Como la mayoría de los emprendimientos, el de Soraya Álvarez y su marido, Erich Diedrichs, surgió de la necesidad. Corría el año 2005 y la crisis de la leche, que afectaba a la mayoría de los pequeños y medianos ganaderos de la región de Los Lagos, estaba en su período más crítico. La industria no sólo había modificado los estándares de calidad e higiene, sino también su precio, que en un momento llegó a exiguos 18 pesos por litro. A pesar de que no se trataba de un negocio cualquiera, sino uno cargado de tradiciones y herencias, mantenerlo bajo en condiciones era inviable. Pero, ¿qué hacer para sobrevivir?
Preparar mermeladas es una actividad que Soraya conoce de niña. En Traiquén, la localidad donde ha vivido desde siempre, la murta abunda en los campos y no hay nadie allí que no sepa trabajar ese delicioso fruto. Un día, mientras buscaba fórmulas para salir del paso, pensó que tal vez no era una mala idea hacer un negocio de confituras para complementar los escuálidos ingresos que se generaban de la venta de leche.
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Aunque no se trataba de un negocio revolucionario, Soraya intuía que el emprendimiento podía funcionar. Los costos de producción eran bajos y además tenía la experiencia de su lado. ¿Por qué no intentarlo?
Lo primero que hizo Soraya fue hablar con Erich, quien por ese entonces aún seguía ligado a la industria de la leche. Pese al riesgo, no dudó en dejar su trabajo como repartidor para acompañar a su mujer con su emprendimiento.
Así fue como, a principios de 2006, nació Delicias de Fresia.
Montar la fábrica no fue tarea sencilla. Los recursos apenas alcanzaban para cubrir ciertos gastos y cualquier tropieza podía costar el devenir del emprendimiento. Pero lo que faltaba en dinero, sobraba en ganas e creatividad. Fue precisamente lo último lo que permitió al matrimonio montar los equipos para procesar la fruta. Inventor nato, Erich se las arregló para construir las máquinas reutilizando piezas de otros artefactos. Huelga decir que hoy, después de 15 años de funcionamiento, sus creaciones siguen operando como la misma eficiencia que al comienzo.
Pero volvamos a las mermeladas. Su sabor es tan delicioso y su textura tan suave, que después de la primera cucharada, no pude parar más. Cuando le pedí a mi amigo Catador que evaluara el producto, no necesitó demasiado tiempo para elevar simultáneamente sus pulgares.
El gran trabajo de este matrimonio tuvo su merecido premio una década después de su creación, cuando fueron invitados a formar parte del pabellón chileno en la Expo Milán de 2015, una experiencia única y que permitió a Delicias de Fresia alcanzar su consolidación definitiva. Hoy, sus frascos están presentes en supermercados y negocios en diferentes regiones de Chile.
El éxito del emprendimiento de Soraya y Erich se ha construido en base a esfuerzo, amor y mucho trabajo. Delicias de Fresia es la mejor demostración de que nunca hay que perder la fe ni bajar los brazos; y que cada dificultad o tropieza es también una nueva oportunidad para comenzar.
Ubicación: sector Pata de Llico, Fresia, región de Los Lagos.
Contacto: +56 9 7934559
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