“Viven su vida para comer y después para dar placer”, reza el viejo y popular dicho, que resume en 1o palabras la trascendencia que tiene el chancho en nuestras vidas, al menos para quienes disfrutamos de su carne. Barato, sabroso y popular, este emblemático animal llegó a nuestro país de la mano de los conquistadores españoles a fines del siglo XV y, gracias a su extraordinaria adaptabilidad al medio, desde esos años cumple un rol clave en nuestra nutrición.
Piedra angular de la gastronomía chilena, su versatilidad es abrumadora. Existen tantas posibilidades de prepararla como cocineros dispuestos a meterle mano. No importa si es a las brasas, al jugo, al horno o a la cacerola, si es al plato o al pan, disfrutar de un buen trozo de cerdo siempre será una experiencia sublime.
Aunque me declaro un amante del chancho en todas sus versiones y formas, si debo elegir uno, el pernil a la chilena es mi favorito. Su inconfundible sabor es capaz de transportarte a una nueva dimensión. Pocas cosas saben tan bien como la fusión entra la pierna del marrano y la pasta de ají cacho de cabra, apuntalada con zanahoria, laurel, cebolla y hojas de apio.
Porque de vez en cuando vale la pena hacerse un cariñito, en este post quiero compartir algunas picadas en Santiago para disfrutar de este suculento manjar.
Chancho con Chaleco
Con más de un siglo de vida, este restaurante de la comuna de Maipú es un lugar donde las tradiciones se respetan y se traspasan de generación en generación. Así ocurre con su clásico pernil con papas cocidas y pebre, un plato que seduce por su aroma, textura y también por sus dimensiones. Tan apoteósico es esta preparación, que sus mismos dueños recomiendan compartirlo entre tres parroquianos.
Además del pernil, este restaurante deslumbra por sus patitas de chancho y costillar. Por si fuera poco, los fines de semana su espacio se adapta para que los clientes se animen a bailar. Claro, si es que la comida lo permite.
Dirección: Avenida Los Pajaritos 99, Maipú. Región Metropolitana.
Teléfono: +56 223231147
Rincón de los canallas
Emblema de la cocina santiaguina, el “Rincón de los Canallas” se inauguró a comienzos de los 80, en los años más oscuros de la dictadura militar. Hasta ese lugar llegaban de forma clandestina parroquianos de todas las zonas de la capital para compartir sus vivencias e historias y, con el paso del tiempo, se convirtió en un bastión de la contracultura de aquella época.
Víctor Painemal es el dueño de este verdadero museo gastronómico. A pesar de sus 80 años, todavía se encarga de timonear el restaurante. Hace las compras en el matadero, abre y atiende a sus “canallitas” hasta que el último de los comensales abandone el barco.
La especialidad de este local es el “Pernil canalla”, que incluye dos longanizas, dos porciones de papas y dos de arroz. Imposible no acompañar esta preparación sin su media naranja: el “Maremoto”, un brebaje elaborado con pipeño, aguardiente, fernet, granadina, trozos de fruta y helado.
Dirección: Tarapacá 810, Santiago Centro.
Teléfono: +56 2632 5491.
El Caramaño
Doble cocción: primero en un fondo con verduras y luego al horno. Así se prepara el pernil en esta tradicional picada del barrio Bellavista. El objetivo, afirman sus dueños, es que la grasa se infiltre de mejor manera, acentuando su sabor y dotando a la carne de una delgada cobertura crocante.
En el Caramaño el pernil va con dos papas cocinas y su valor es de apenas $5.000. ¿Qué tal?
Dirección: Purísima 257, Recoleta.
Teléfono: +56 2 737 7043
El Hoyo
Ya hemos mencionado este local de Santiago Centro en otros listados. Es que en “El Hoyo” todos sus platos seducen por su enjundia y sabor. Bien lo saben los fanáticos de pernil, cuyo peso es de casi un kilo. Además de su tamaño, este manjar sobresale por su aroma a laurel y su consistente textura. Debe ir acompañado de papas y pebre. Para los “sandgucheros”, también se sirve en marraquetas.
Dirección: San Vicente 375, Santiago Centro.
Teléfono: +56 2 689 0339.
Los Compadres
Cocinado a la sal y al agua, el pernil de un kilo de peso que ofrece “Los Compadres” está a la altura del resto de los locales que forman parte de este listado. Aromático y blandito, el pebre que lo acompaña te sacudirá por su poderoso sabor. Democrático y transversal, en este local el plato apenas supera los $4.000 y, por si fuera poco, incluye un bajativo, indispensable para reponerse después de tamaña comilona.
Dirección: San Ignacio 1955, Santiago Centro.
Teléfono: +56 2 447 0400.