Carlos Risco, orfebre del Río Bueno

Oriundo de la comuna de La Unión, Carlos Risco es un reconocido orfebre local, que desde hace más de dos décadas ha utilizado la piedra obsidiana, conocida popularmente como vidrio volcánico, como materia prima para la fabricación de anillos, aros, collares y colgantes, entre otras joyas.

La obsidiana es tipo de roca ígnea, que pertenece al grupo de los silicatos. De origen volcánico, esta piedra se produce por el enfriamiento rápido de la lava. Durante miles de años, la corriente del Río Bueno la arrastrado como sedimento, dándole una forma achatada. Es justamente desde el fondo de este cauce desde donde Carlos extrae este recurso que, según los expertos, posee cualidades curativas similares al de las aguas termales.

La historia de Carlos, como la de muchos compatriotas, está marcada por el sacrificio y la perseverancia. Siendo joven, debió migrar hasta Santiago en busca de oportunidades laborales que le permitieran a él y su familia escapar de la pobreza. En la capital, realizó todo tipo de trabajos. Gracias su esfuerzo, encontró la estabilidad que le permitió, después de más de 20 años, volver a su tierra y dedicarse a su pasión: la orfebrería.

El talento innato de Carlos ha sido reconocido por la comunidad. Regularmente participa en ferias y exposiciones, que le han permitido dar a conocer su depurado trabajo.

Contacto: +56 9 8621 3834
Ubicación: sector de Trumao, La Unión, región de Los Ríos

Cristián Catrilef, artesano y cultor

Oriundo de la localidad rural de Lafquenmapu, en la comuna de San Juan de la Costa, Cristián Catrilef es un joven cultor y artesano, especializado en tallados en madera nativa y en la elaboración de instrumentos musicales mapuche.

Heredero del conocimiento ancestral de su pueblo, Cristián comenzó a labrar la madera siendo niño observan el trabajo de su padre y su abuelo, quienes son reconocidos artesanos de la zona. De su madre aprendió el arte del hilado y el manejo del tradicional telar mapuche.

Con el nacimiento de sus hijos, Cristián debió dejar de lado la artesanía y dedicar gran parte de su tiempo a su oficio como obrero de la construcción. Sin embargo, en 1999 sufrió un grave accidente que le provocó una parálisis completa de la parte inferior de su cuerpo. Este hecho marcó un punto de inflexión en su vida.

Lejos de sucumbir frente a la tragedia, Cristián decidió seguir adelante e, impulsado por su familia, dedicó toda su energía y creatividad al trabajo en la madera. Su talento brotó como en los viejos tiempos y sus piezas fueron mejorando con cada tallado. A las tradicionales fuentes, platos, pocillos e utensilios, incorporó la elaboración de trutrukas y kutrunes, entre otros instrumentos ancestrales.

Un día, viendo a su esposa transformar la lana en madeja, Cristián se preguntó si sería capaz de crear algún método que permitiera optimizar este largo y tedioso proceso. Fue así como nació la “enmadejadora”, una máquina que, a través de sencillo sistema de poleas, cumple esa función. Al estar diseñado y fabricado en madera, esta singular herramienta se convirtió en una hermosa pieza de artesanía. Actualmente, es uno de sus productos más vendidos.

Cristián es un ejemplo de entereza y creatividad, que gracias a su pasión logró reinventarse y darle un sentido a su vida.

  • Ubicación: Lafquenmapu, comuna de San Juan de la Costa, Región de Los Ríos
  • Contacto: +56 9 6250 4918

 

Claudia Antillanca, emprendedora turística Isla Huapi

Enclavada en el corazón del Lago Ranco se encuentra Huapi, una isla habitada exclusivamente por comunidades huilliche. Allí, las tradiciones del pueblo mapuche se expresan a través de la lengua, los rituales, la agricultura y arte.

En uno de los tantos predios vive Claudia Antillanca, una emprendedora que, a muy temprana edad, comprendió que la perseverancia y la pasión eran fundamentales para cumplir metas y objetivos.

Claudia Antillanca y Pancho Saavedra

Siendo aún adolescente, migró a Santiago en busca de mejores oportunidades. En la capital se casó y fue madre. Junto a su marido sacaron adelante un negocio que les proporcionó estabilidad. Pero, a medida que pasaba el tiempo, el deseo de regresar a sus raíces crecía en Claudia. Necesitaba motivo, una inspiración para volver. Y ésta se apareció de un momento a otro: vender y promocionar productos mapuche con identidad originaria.

Vinos de la emprendedora Claudia Antillalca

Claudia corrió el riesgo y volvió a Huapi. Allí creó Antukuyen, una marca que mantiene hasta el día de hoy. Apostando al futuro, invirtió sus ahorros participando en ferias y exposiciones a lo largo de Chile, promoviendo miel de ulmo y el merkén. Su esfuerzo no tardó en rendir frutos.

Una mañana, mientras contemplaba las aguas del Ranco desde su casa, pensó que la belleza escénica del paisaje, así como las tradiciones de su pueblo, tenían potencial suficiente para atraer a los turistas. Junto a la ayuda de sus vecinos, construyó domos y desarrolló un plan de actividades para que los visitantes aprovecharan su estadía en la isla. Los artesanos y productores se reactivaron y la feria artesanal de Huapi creció hasta convertirse en un potente atractivo de la zona lacustre durante los meses de verano.

Hogar de la emprendedora Claudia Antillalca

Pero el espíritu de superación de Claudia no conoce límites. Junto a otros emprendedores mapuche formó hace algunos años la cooperativa Geminor, cuya misión es difundir la cultura de los pueblos originarios a través de iniciativas comerciales con pertenencia. Su producto más reconocido es Kutral, un vino de la variedad cabernet sauvignon, elaborado en el Valle de Loncomilla, en el secano costero de la región del Maule.