¿Sabías que, en la región de Tarapacá, oculto entre desolados y silenciosos páramos, existe un pequeño poblado donde todas sus casas poseen agua de origen termal? Un lugar con más de 400 años de historia, lleno de leyendas y misticismo, al que anualmente llegan visitantes de todos los rincones del mundo para sanar sus dolencias físicas y espirituales. Así es Mamiña, un destino imperdible de nuestro altiplano, una de las capitales del turismo saludable en Chile. Un pueblo que sí o sí debes conocer. Acompáñame a descubrirlo.
Sobre Mamiña
Este pequeño poblado, que en lengua quechua quiere decir “doncella” o “niña de mis ojos”, forma parte de la comuna de Pozo Almonte y se encuentra 120 kilómetros al este de la ciudad de Iquique, la capital de la región de Tarapacá.
Situado a 2.750 msnm, su origen se remonta a la época pre hispánica. Actualmente, el pueblo cuenta con una población de 600 habitantes, quienes se dedican mayormente al turismo. Los baños termales y de barro son famosos en todo nuestro país gracias a sus propiedades terapéuticas, que anualmente atraen a cientos de visitantes de diferentes zonas del país.
¿Cómo es Mamiña?
Mamiña es un lugar único, que te va a sorprender por la belleza de su arquitectura, sus cielos prístinos, la tranquilidad de su entorno y, por supuesto, sus reparadores baños de aguas termales.
Recorrer el pueblo es un verdadero viaje al pasado. Lo primero que ves cuando comienzas a acercarte a este recóndito lugar, perdido entre valles desolados, es la cúpula de su iglesia y un cementerio quechua que cuelga de un cerro cercano.
La arquitectura de Mamiña, influenciada por la cultura inca, asombra por su prolijidad y simetría. Al caminar por sus adoquinadas y estrechas calles, flanqueadas por grandes bloques de piedra volcánica, que dan forma muros de gran altura, te das cuentas de que no estás en lugar común, sino que un uno con cuenta con más de cuatro siglos de historia.
Una de las cosas llamativas del pueblo es que está construido por niveles, lo que permite tener una singular perspectiva de su du distribución. Las casas también construidas sobre ladrillos de piedra volcánica, lo mantiene la uniformidad urbanística. Pero eso no es lo único. Si les digo que todas las viviendas cuentan con agua termal, ¿me creerían? Pues, así es. En Mamiña todo es natural y puro, desde el aire que respiras hasta el agua que sale del grifo del lavamanos.
Atractivos de Mamiña
Como ya les comenté, visitar Mamiña es echar atrás el tiempo y conocer cómo era la vida durante las últimas décadas del Imperio Inca y los primeros años de la época de la Conquista. Un imperdible es la Iglesia de San Marcos. Inaugurada en 1632, este edificio, de estilo barroco cordillerano, fue construido sobre un antiguo cementerio quechua, una cruda demostración de lo que significó para los pueblos originarios la usurpación de su territorio por parte de los españoles. la llegada de los españoles a su territorio.
Como ya les adelanté, las aguas termales de Mamiña son famosas en todo el Chile. Tanto así, que el pueblo tiene como objetivo, de aquí a 2030, transformarse en la capital del turismo saludable de nuestro país. La oferta de baños termales y de barro, así como de aguas purificadoras, es amplia y accesible para todo el público.
Si quieres conocer la historia de Mamiña, te recomiendo visitar el Cementerio Quechua, que se encuentra en las afueras del pueblo, en la cima de un cerro.
A menos de una hora de Mamiña se encuentra Macaya, un pueblo de características parecidas, un poco más pequeño, pero que también destaca por sus baños y termas.
Clima de Mamiña
Mamiña tiene el clima árido. Su temperatura es oscilante. El promedio en verano es de 24°C. Durante la noche, ésta puede bajar hasta los 3 o 4°C.
Recomendaciones
La oscilación térmica en Mamiña, así como en toda la zona altiplánica, es muy marcada, con máximas que pueden superar los 30°C y con mínimas que en ocasiones se acercan a los 3°C. Por ese motivo, te sugiero llevar ropa acorde al clima: liviana para el día y gruesa para las noches.
También recuerda meter en tu mochila bloqueador solar y un par de gorros. En el desierto más árido del planeta el sol es aplastante y no da ninguna tregua.
Aunque Mamiña cuenta con excelente infraestructura, debes reservar tu estadía con anticipación, idealmente uno o dos meses.
¿Dónde está Mamiña?
Mamiña se encuentra en el altiplano de la comuna de Pozo Almonte, 125 kilómetros al oriente de la ciudad de Iquique, capital de la región de Tarapacá.
¿Cómo llegar a Mamiña?
Desde Iquique, debes avanzar hacia el este por la ruta A-16 en dirección a la carretera Panamericana. Desde allí, avanza hacia el sur hasta llegar a la comuna de Pozo Almonte. En la entrada norte de esa comuna toma la A-65 y avanza durante 71 kilómetros hacia el oriente. El tiempo de traslado, desde la capital de la región de Tarapacá, es de aproximadamente dos horas.